Yarely Bracamontes Cetina nació en Mérida, Yucatán, en 1989. Es licenciada en Literatura Latinoamericana por la Universidad Autónoma de Yucatán. Su fascinación por el periódico decimonónico D. Bullebulle comenzó cuando visitó por primera vez los acervos hemerográficos del Estado. En ese entonces todavía era posible consultar de manera física los materiales. Leer las noticias que circularon 150 años atrás fue como entrar a una cápsula del tiempo; ella decidió emprender el viaje y de regreso nos trae este libro.
La palabra escrita es un gran agente de cambio. La tinta sobre el papel es capaz de despertar deseos, cambiar nuestra manera de ver el mundo, generar revueltas y desarticular autoridades, entre muchas otras cosas.
Cuando España estuvo en control de gran parte de América, vigiló con celo el tránsito de ideas. Pero en el momento en que el entorno fue propicio las palabras, las ideas y el cambio no pudieron ser contenidos. La tinta y el papel se volvieron durante los primeros años de lucha independentista en generadores de cambio político ideológico. Con el transcurrir del tiempo, los escritores mexicanos exploraron técnicas de escritura y de difusión; es entonces cuando la sátira y la caricatura se unen al periodismo de oposición para dar forma a un trío que expondría de forma magistral las fisuras de los sistemas de poder. En este marco, el periódico D. Bullebulle (1847) explora, en editoriales y caricaturas, el momento génesis del político como actor social dentro del proyecto de nación que estaba en proceso de construcción, pero configurándolo como un agente de caos en vez de un conciliador y representante social.