Participando de amenas reuniones en un círculo cerrado, solo para mujeres, la autora se percató de que las conversaciones recaían siempre en las vivencias matrimoniales. Los sabrosos y pícaros comentarios al respecto eran las aventuras y desventuras del diario vivir dentro del sagrado vínculo. Por supuesto, la atención no decaía durante horas.
Este nutrido grupo descargaba sin ningún tapujo ni hipocresía sus penas y alegrías. La mayoría había dejado de ser protagonista en el matrimonio y, al desahogar parte de sus conflictos internos, quedaban reconfortadas anímicamente y con el pesar más liviano. Indiscutiblemente, liberar el dragón que llevamos dentro alivia los pesares. En las citas posteriores, volvían a la carga con elementos cada vez más sustanciosos.
Aunque existieran diferencias de opiniones, siempre hicieron primar la amistad; logaron un ambiente insuperable, un paso fundamental para continuar con aquellas tertulias.
Cierto día, a Victoria Thompson se le ocurrió recopilar parte de estas experiencias y traspasarlas a un libro; por supuesto, con un dejo de ironía y de humor para no herir susceptibilidades.
Mujeres insatisfechas II tiene como narradora a una mujer que cuenta las inseguridades que lleva a cuestas su media naranja y la soledad que por este motivo la embarga. También va relatando las transformaciones increíbles que se van dando en la parte sexual hasta llegar a la más completa carestía, que la lleva a un viaje de exilio emocional del cual muchas veces es casi imposible retornar. También va relatando el encuentro con otros personajes, que serán las piezas principales para sacarla de aquel pernicioso ostracismo.