"En el siglo XXI hay un tipo de aventureros aún poco conocido. Yo soy una de ellos. Licenciada en Ecología por la Universidad Autónoma de Madrid, doctora en genética molecular por la Universidad de Viena, he pasado mi vida de adulta saltando de centro en centro de investigación prestigioso. Hablo cuatro idiomas, he recorrido toda Europa y parte del mundo de laboratorio en congreso, de contrato limitado de tres años a contrato limitado de cuatro. Aun así me ha dado tiempo a publicar 19 artículos en revistas especializadas y a patentar uno de mis descubrimientos. Con el tiempo he visto muchas cosas y me he tenido que adaptar a distintas culturas, he terminado perteneciendo a la comunidad de expatriados que sólo disponen de su cerebro y de una tremenda confianza en la vida para sobrevivir. Pero no penséis que me arrepiento de nada ni que soy desgraciada pues sólo se puede vivir así si se ha elegido desde el corazón, y las elecciones de este tipo dan una fuerza infinita, una confianza ilimitada y la libertad de dejar lo ya obtenido detrás nuestro y empezar de nuevo. Es por eso que desde hace tres años vivo anónimamente en un rincón de Francia haciendo piezas únicas de cerámica y escribiendo. Estoy terminando mi segundo libro. El primero es El planeta lineal, en cierta forma el relato de lo que he descubierto, la historia del mundo que nunca te han enseñado. Puedes leerla como un mito moderno que en cualquier caso te mantendrá entretenido, pero ten cuidado porque está escrita para llegarte muy adentro y hacer que cambies."
En el año 2004 se publicó en Nature el descubrimiento de un tiempo en la evolución humana donde la variabilidad genética se redujo drásticamente con una población mundial de menos de tres mil seres.
Esto ocurrió hace sólo unos ochenta mil años. Fue el inicio de una humanidad nueva. Sin embargo ya ha pasado el tiempo suficiente para olvidar los ciclos del pasado, por ello cuando el mensajero ve a la Muerte llorando desolada al lado de su madre, aún no sospecha que él no es como los demás ni sabe que seguirá un destino originado mucho antes de su nacimiento. El mensajero abandonará la Ciudad Seca y con ello la vida del que ignora su historia y las razones de su existencia y encontrará a Maya que de manera inesperada le obligará a buscar respuestas en los caminos de unas edades olvidadas. Edades donde hay otras reglas que seres como la peligrosa dama lunar y Hathor todavía recuerdan. Ellas acompañarán al mensajero... a cambio de un precio. Maya deberá seguir, por su lado, una senda que sólo pueden tomar las mujeres y que la llevará hasta el conocimiento de las Antecesoras, aquellas que sabiéndolo todo lo olvidaron para permitir que la rueda del destino siguiera girando. Pero ¿existe una sola explicación para hechos que creemos conocer? ¿Una sola historia? Maya y el mensajero encuentran más de una respuesta, pues lo cierto es que la Verdad tiene muchas caras. El planeta lineal es un relato esotérico con varios niveles de lectura e interpretación, pero sobre todo es una gran historia de amor y de búsqueda, búsqueda de respuestas a preguntas que todos nos hacemos en algún momento, cuando sufrimos pérdidas, cuando no sabemos qué sentido darle a la vida de todos los días y nos sentimos perdidos. También es la historia que pudo ser de ciertos lugares y algunos seres que existieron o aún existen en nuestro planeta y que han influido en lo que somos aquí y ahora.
