Las historias que aquí se narran no pertenecen a ninguna vida, en particular. A su vez pueden ser la tuya o la mía en el día de mañana. La psicología de S. Freud no sumergió demasiado en el auto-análisis, por ello viene bien, de tanto en tanto, escuchar historias ajenas para comprender que lo que nos sucede, al fin y al cabo, no es tan trágico. La gracia está en jugar con nuestra imaginación como si todo lo narrado estuviera pasando en nuestras vidas y luego como nos enseña Stephen King en su libro "Mientras escribo": inventar la salida para la situación en la que hemos colocado a los personajes de la cada cuento y que tú como lector también inventes una salida. Vas a descubrir como hay, a veces, una asombrosa coincidencia entre tu imaginación y la vida real. Es lo que el psicólogo A. Jung. llamó "sincronicidad" y que a veces llamamos "telepatía", ese fenómeno que trasciende las barreras físicas.Estas coincidencias o sincronicidades nos hablan de que hay destinos por realizar y otros que ya están, dados. ¡Adelante, inventa también tus cuatro destinos!!