La casita de muñecas es un libro donde se muestra la vida real con maestría: las voces de los personajes, los diálogos narrados con la naturalidad propia de un escritor que, sin pretensiones, nos envuelve en una especie de conjuro extraordinario, logran cautivarnos desde las primeras páginas. Cito:
–Quiero que esto acabe, chuli.
–¿Estás segura, Lupe?
–Hablo de Villa Palmito…
–Villa Caimito, bruta.
–Da igual… No hablaba de nosotras, Luna.
–¿Lo prometes?
Riggo Bega logra múltiples imágenes que ondean entre vestidos de piruja, ropa de varoncito, trajes con lentejuelas y cristal falso. Los ocho capítulos crean un universo en que las emociones, los miedos y recuerdos son la materia prima que enmaraña esta historia tan pulcramente armada.
Adolfo Calderón Sabido