Se graduó en la Universidad de Madrid en Filosofía y Letras. Durante muchos años, enseñó griego en la Universidad de Salamanca. Más tarde, asumió el cargo de rector de esa casa de estudios. Luego de más de una década, fue desplazado por su oposición a la monarquía de Alfonso XIII. Continuó en la cátedra de Griego hasta que se vio forzado a exiliarse –primero a las Islas Canarias, luego a Francia– durante la dictadura de Miguel Primo de Riviera. Al volver a España, retomó la rectoría de la universidad hasta que murió.
Miguel de Unamuno fue también poeta, novelista, autor teatral y crítico literario. Toda su obra está impregnada de su postura filosófica, poco proclive a la sistematización. Influido por Schopenhauer y Kierkegaard, su óptica anticipa el existencialismo: se ocupa, principalmente, del sentido de la vida humana y de la angustia que provoca la contingencia existencial. Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonía del cristianismo (1925) son sus obras de ensayo. En ambas, tanto la dimensión religiosa como el racionalismo se revelan insuficientes para sostener la fe humana en un destino trascendente.
Sus principales novelas son Niebla (1914) –que llamó "nivola", en un intento de renovar las técnicas del género–, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir (1933). Entre su obra poética, se destaca El Cristo de Velázquez (1920).