El siglo XXI se inaugura en América Latina con varios dilemas por resolver: uno de ellos es la gobernabilidad, cuyo talón de Aquiles aún es la posibilidad de que efectivamente se instaure la democracia en nuestros pueblos.
La inestabilidad política, teñida de actos delictivos, confrontaciones sociales, exclusión y marginalidad, como lastre del neoliberalismo ortodoxo aplicado por los gobiernos en turno, son síntomas de que la paz se ausenta. Aunado a esto, el rompimiento de los hilos asociativos imposibilita que renazcan lazos solidarios y reciprocidades grupales y es signo de que viviremos los próximos años bajo el toldo de la violencia, sea simbólica, política, social o armada. Por ello, la gobernabilidad cuestionada, la fragilidad institucional, el escaso cemento social que aglutina a los ciudadanos y la negación del "otro" en múltiples campos de la vida son hechos encadenados que arman el arco del horizonte político de las naciones latinoamericanas. Este escenario, es construido, bajo un enfoque analítico, crítico y reflexivo, por un grupo de investigadores miembros de la red www.insumisos.com, cuya finalidad es colocar, precisamente, asuntos importantes de la agenda política en el debate público internacional.