El éxito personal global es un modelo de vida alternativo sustentado en la conciliación de dos modelos de vida antagónicos, que podríamos llamar clásicos. Uno de ellos, que es el que en términos generales practican los seres humanos, es el modelo que da prioridad a la superación material-personal y que, además, es carencial en cuanto a virtudes y crecimiento espiritual. El otro modelo, el ascético-espiritual, es aquel que da prioridad a la superación espiritual, y de alguna manera podría decirse que es carencial en cuanto a bienes materiales y personales, aunque es parte de la esencia misma del modelo y así lo acepta el practicante.
El éxito personal global es claro y contundente en cuanto a que la superación ascético-espiritual siempre tendrá prioridad sobre la superación material-personal, ya que, de lo contrario, no podría ser un modelo regido e identificado por las virtudes; pero, a la vez, deja espacio para que el individuo pueda atender, hasta cierto grado, las necesidades de su personalidad. Esta es una figura dominante por naturaleza, la causante de la mayoría de los males, dolores y sufrimientos, dado su carácter egoísta. Por lo tanto, es imperativo emprender un trabajo intenso, sacrificado y perseverante para lograr cierto nivel de dominio sobre ella y sus apegos, de tal manera que podamos situarnos en el recto camino, como llamaron los antiguos filósofos orientales al camino de la virtud, la única vía posible para trascender hacia nuestro poder superior. Incluso la salvación por medio de la fe requiere que ésta sea virtuosa. Pero este trabajo no puede ser hecho en forma espontánea, sino que requiere de una planificación estratégica muy singular.