La pregunta siempre ha estado en el pensamiento de los hombres: ¿De donde venimos? Dios nos creó y nos diseño de tal manera que pudiéramos disfrutar a plenitud y a conciencia de todas las cosas maravillosas que nos dio, con la única condición de adorar solo a él; de lo contrario, nos castigará.

La ciencia nos habla de la evolución. Su héroe máximo, Charles Darwin, se encargó de tratar de fundamentar esta proposición, con el único detalle de que jamás encontró el ya famoso eslabón perdido.

Pero también está la pregunta que todos nos hicimos alguna vez: ¿es posible que la respuesta a nuestro origen provenga de allá arriba, de ese espacio infinito y que seres muy superiores nos establecieron por grupos, en distintos tiempos, en distintas áreas de la superficie terrestre? ¿Que esta sería la razón de que existan tantas etnias distintas y, sin embargo, todos pertenezcamos a la misma raza? Este libro es una invitación para que sepa que desde que el hombre puso sus pies en esta tierra nunca estuvo solo, y lo más probable es que nunca lo estará porque, de una u otra forma, estos seres que vienen del cielo son parte importante de este mundo.