En 1970, se involucró en la guerrilla contra la dictadura de Brasil. En 1973, lo tomaron prisionero. Durante la tortura, tuvo una experiencia con Dios que cambió radicalmente su vida. En la prisión se dedicó a estudiar y a escribir poesías, música, ensayos y libros.
Ya en libertad, en 1980, comenzó a estudiar en la Facultad Teológica Betel, Río de Janeiro, en el curso de licenciatura en Teología. Trabajó en la empresa de su padre hasta que decidió ser misionero en la Misión Volantes de Cristo. En noviembre de 1983, comenzó a trabajar con un misionero holandés al cual ayudó a fundar la Misión Eliaquim, de la que fue vicepresidente.
Partió de Brasil hacia Holanda, donde, en 1989, fundó la Misión Cántaro Holanda. En 1990, fundó la Misión Cántaro Aruba. En 1993, comenzó a viajar a Colombia cada tres meses, donde fundó la Misión Cántaro Colombia. En 2003, fundó la Red Mundial de la Oración. Él se movía de Barranquilla al interior de Urabá, por las zonas rojas ocupadas por los paramilitares y por la guerrilla, fortaleciendo líderes, formando pastores y misioneros, realizando y manteniendo obras sociales como un semiinternado y una escuela para niños de pocos recursos. Viajó por varios países como pastor misionero.