Nació en un pequeño pueblo de la Argentina, formado mayoritariamente por inmigrantes italianos. Allí pasó los mejores años de su niñez.
Durante la infancia, tuvo una marcada carencia afectiva debido a la situación conyugal de sus padres, con el agravante de la incomprensión de su hermano mayor, que la consideraba "una niña rara". En cambio, tuvo una excelente relación con sus abuelos.
Se casó joven. Luego de muchos años de matrimonio, su compañero de vida enfermó y, posteriormente, murió.
En la mitad de la adultez, experimentó dentro de ella un despertar espiritual a partir de la aparición de una serie de capacidades especiales que le permiten comunicarse con el mundo de los espíritus. Entonces comenzó un camino duro e inexplorado de crecimiento, que la ha ido llevando por los nuevos senderos con la intención de cumplir el propósito que Dios ha escrito para ella, pero que a veces todavía la marea y la asusta.