“Mi nombre es Clara Elena Silva Ruiz, nací en Managua, Nicaragua el 9 de abril de 1984. He crecido rodeada por la belleza, el calor y el mar en un pequeño pero hermoso país de lagos y volcanes, bordeado por el océano Pacífico y Atlántico.
Dotada de una naturaleza curiosa, profunda y subversiva por vocación, esas fronteras me llenaron de deseos y anhelos de ayudar a la gente, de darles voz, y de luchar por unos valores y unos derechos muchas veces silenciados, sobre todos los de la mujer.
Primero puse en marcha estos deseos de servir a los demás con un voluntariado en Los Teques, Venezuela, junto a las religiosas del colegio en el que me eduqué, educando a niños en zonas de total marginación. Continué con estas labores en Barcelona, en donde aterricé para llevar a cabo una diplomatura en Ciencias Religiosas y seguir así cultivando mis habilidades en materias de educación.
Fue en este período que escribí mi primer ensayo literario y que gané un concurso universitario para un ensayo antropológico a nivel autonómico, con una cuantiosa dotación económica, por el ensayo “Mujeres en la Biblia”. Después de este primer acercamiento al mundo literario, quise mejorar y desarrollar mis habilidades de escritura y comunicadoras, así que me mudé a Madrid, donde empecé a estudiar una doble licenciatura en Humanidades y Periodismo en la Universidad CEU San Pablo.
En esta increíble y maravillosa ciudad he vivido los últimos cuatro años, y puedo decir que he encontrado mi inspiración para realizar esta obra, mi primera novela, y donde he llegado a encontrarme a mí misma.
Amante de la vida y de mi naturaleza de mujer, me gusta creer que podré luchar un día con la pluma para reivindicar nuestros derechos y sacarnos del anonimato.
Puedo decir que mi amor por la cultura, la mujer, el arte y mi deseo de compartir la belleza que observo en la vida de cada día me impulsan a cultivar mi mundo interior, a potenciar la vida y crear ambientes sanos y abiertos donde todo aquel que llegue se sienta acogido.
Y es que amo tanto el arte como las letras, de allí que muchos de mis escritos estén llenos de expresiones artísticas como la pintura, la música, la escultura, etc. Y que me seduzca tanto una obra impresionista de Manet como una novela social de Dostoievski.
Voy poco a poco comenzando esta nueva andadura, con la ilusión de quien persigue un sueño y no descansa hasta hacerlo realidad”.