Este libro es un clásico de la literatura occidental. A cambio de la eterna juventud y de la conservación de su belleza, Dorian Gray entregará su alma.
Luego de que lo retrataran, Dorian Gray toma consciencia de que su belleza se desvanecerá algún día y desea tener siempre la edad del cuadro. El deseo se cumple: su cuerpo no envejece, pero el retrato da cuenta del transcurso del tiempo y del libertinaje del protagonista.