Acerca del libro
EL PEQUEÑO ÓSCAR
Óscar es un niño travieso y avispado. Funciona como la chispa que enciende la vena traviesa de los chicos de su pueblo, con quienes se ve envuelto en travesuras de todo tipo, divertidas, peligrosas y de gran calado emocional.
Este cuento narra las travesuras de Óscar, un niño tremendamente inquieto, que arrastra a su amigos a diversas aventuras como incursiones a la granja avícola para comer huevos a escondidas; o a la huerta de Paco el Perfecto, para escarmentarlo por alarde ante el pueblo de sus dotes de hortelano. Y qué decir de la peligrosa aventura que viven al introducirse en la casa del Vicente, el Alcalde, para ver de cerca al mono que ha traído uno de los feriantes con aspecto de lo más enigmático y temible. Pero la travesura más atrevida, y con consecuencias más graves, es su intento de escarmentar a la Tomasona, la madre de su mejor amigo, Nito; travesura que provoca la venganza de la víctima y que desencadena una de las historias más conmovedoras y hermosas del cuento. Todos en el pueblo están afectados por las travesuras y la personalidad del pequeño travieso: Felipe y Serafín (el Empecinao) corren detrás de ellos, cuando entran a hurtadillas a por huevos; el Tío Perfecto vigila su huerta, como un santuario sagrado, de los intrusos que la han profanado; Gervasio (el Voceras), alguacil del pueblo, con la cabeza vendada y su brazo en cabestrillo, no cesa de mirar al cielo; los viejos del pueblo se ponen verdes, discutiendo el cuento que la abuela Nica le ha enseñado a su nieto Óscar; los cabellos, en la barbería de Tomás, cobran vida; y el viento, que ulula, es el fantasma de la abuela de Nito, que los niños intentan cazar. El gato Michino huye del niño cuando lo ve con las tijeras en la mano; o se duerme con él en el zaguán sobre las botas de su amo, Juan; o le descubre ante su madre en sus incursiones por la despensa. El cuento se desarrolla en un pueblecito castellano, lleno de luz, colorido, vida, sentido y sensibilidad a raudales.