Libro El elemento único (desde la irrealidad de lo tangible hasta la realidad física de lo intangible) - Fragmento de regalo

EL ELEMENTO ÚNICO (DESDE LA IRREALIDAD DE LO TANGIBLE HASTA LA REALIDAD FÍSICA DE LO INTANGIBLE) - FRAGMENTO DE REGALO

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Acerca del libro EL ELEMENTO ÚNICO (DESDE LA IRREALIDAD DE LO TANGIBLE HASTA LA REALIDAD FÍSICA DE LO INTANGIBLE) - FRAGMENTO DE REGALO
La verdad solo es verdad si es capaz de explicar todas nuestras mentiras. La espiritualidad es creencia porque no existe certeza gnoseológica de que "la cosa" (su substancia) sea; la ciencia es creencia porque no existe certeza ontológica sobre la suya. La verdad solo puede ser verdad si desde el principio de los principios es capaz de establecer la comunicación de las dos substancias. El elemento único es la comunicación de las dos substancias.

La ciencia y la espiritualidad se presentan como disciplinas, expresiones o anhelos del alma irreconciliables. El problema radica en que la metafísica, tal como expuso Kant, no puede ser ciencia (no existen los juicios sintéticos a priori en la metafísica, según él) y no se puede, por tanto, tener conocimiento (saber científico) del ser, del alma o de Dios. La fuente de dicho conocimiento, por parte de quien lo tiene o dice tenerlo, es el propio ser, por lo que queda desvinculado de nuestra realidad física y lo relega a una cuestión de creencia o de capacidad incontrastable.

El problema, refundiendo lo anterior, radica en la imposibilidad de poder aplicar los conceptos de la metafísica a algún tipo de intuición, bien porque ésta no existe o porque es interna. La cuestión es que mientras para la Física la imposibilidad de explicar sus principios no supone problema y se puede desarrollar como una ciencia, para la metafísica sí lo es, y estos principios de la física son los únicos que se pueden establecer como objetos para la metafísica. Ésta es la verdadera piedra angular.

El elemento único es un camino de conocimiento que persigue mediante procedimientos físicos y, allí donde corresponde, filosóficos, para restaurar la posibilidad de alcanzar un conocimiento trascendente de una forma racional. Es un cuento sin aditivos (porque el verdadero enigma es el conocimiento) que, mediante anexos ("La esencia de las cosas materiales", "La cosa per se", "Sobre causalidad y argumentos de indeterminación"), toma forma de ensayo cada vez que se encuentra con alguna cuestión que precisa de un análisis más detallado para ser algo más que "un cuento".



Hace un tiempito hablábamos de los seudónimos, esos nombres de fantasía que los autores eligen, por distintos motivos, para enmascarar su identidad...