Acerca del libro
CARTAS DE UN CARTERO
Un cartero emula a su alter ego intentando conseguir sus triunfos por caminos alternativos; pero el azar, una hoja en blanco, las circunstancias y su Mantis religiosa se encargaron de truncar su ascendencia.
El cartero escribe una carta a Niko, días después del entierro de su padre, agradeciéndole su apoyo en momento tan crítico, a la vez que aprovecha para reiterarle sus sentimientos de amistad que el implacable reloj del tiempo no ha podido destruir. Esta excusa permite al cartero iniciar un epistolario desde diciembre de 1987 hasta la presente. Escribir a Niko, su alter ego, le permite rememorar momentos indelebles desde que se conocieron en el servicio militar. La universidad y otras circunstancias coadyuvaron a escindir su diversificación itinerante vital y existencial: uno como asesor del presidente de una multinacional, el otro como cartero, aunque este hecho no representara un impedimento excluyente para mantener una relación epistolar. El cartero le explica por qué abandona la abogacía para dedicarse a la elaboración de textos jurídicos y cómo publica su primer obra sobre la legislación de correos. Le secundan otras obras de envergadura, como percibir unos derechos de autor inimaginables al emprender esta nueva profesión. En tanto autor reconocido, el Presidente de Correos le propone, en 1994, actualizar el código de correos precitado, con lo que se embarca en un manual sobre las normas postales y telegráficas. Después de montar su propia editorial y financiar la obra descubre la trama más vil y despreciable. Lo habían engañado miserablemente y sus cartas, publicitando sus obras, no llegaban a sus destinatarios. Después de escribir muchas cartas a toda la pléyade postal denunciando estas increíbles historias, decide comparecer ante los tribunales demandando al Presidente de Correos por estafa y la sustracción de miles de cartas. Como último recurso escribe al Presidente del Gobierno, contestándole tres meses después de la Presidencia del Gobierno (el sobre mostraba signos evidentes de haber sido forzado). Reflexiona sobre esta historia de una sinrazón y, entre desgarros de angustia, le pregunta a Niko: "¡¿por qué!?" La Mantis, Correos, le ha robado la ilusión a este cartero que ha correspondido con dedicación plena y abnegada en estos 30 años de servicio como funcionario de Correos.