María Radó, ex refugiada y argentina por elección, dice: "Felices los desarraigados, que vuelven a echar raíces. Felices los apátridas, que vuelven a encontrar una nueva patria. Y felices los escritores enmudecidos por el exilio, que llegan a adoptar otra lengua como suya".
Es escritora por instinto. Ya de muy pequeña prefirió jugar con palabras y no con muñecas. Así, a los cuatro años de edad, nació su primer poema en idioma húngaro, su lengua materna, cuando todavía no sabía leer ni escribir.
De niña aprendió alemán, inglés y francés. Estudió literatura inglesa en las universidades de Budapest y de Zurich y es licenciada en Ciencias Sociales por la Universidad de Ginebra, Suiza.
Cuando dejó su país para no volver, nunca se le ocurrió que sufriría un doble desarraigo. No sólo perdería su patria; también perdería su medio de expresión, su lengua materna. Para hacer literatura, el escritor debe dominar el idioma, debe ser un virtuoso de ese instrumento maravilloso y complejo. Llegó a la Argentina, sin hablar español. Durante años dejó de escribir.
Pero las ideas son como el agua, es imposible retenerlas cuando quieren surgir. Así que, algunos años atrás, sintió la imperiosa necesidad de volver a su temprana vocación literaria. Es posible ser escritor en un idioma aprendido con posterioridad. Tenía en mente el ejemplo de su famoso compatriota, nacido en Budapest, Hungría como ella, el gran escritor inglés Arthur Köestler. María Radó eligió la lengua de su país adoptivo, y de buena parte del continente del que se siente parte, como su medio de expresión. Escribir en español es para ella un gran desafío y un placer que se renueva todos los días.
Su primer libro, Los tambores del miedo, una novela que trata de la xenofobia en la Suiza de posguerra en el marco de una atormentada historia de amor, apareció en 1998. Lamentablemente, la problemática sigue vigente, y la acción podría desarrollarse en otra época, en otro país.
Rubor de damascos, una colección de cuentos esotéricos, fue publicado como libro electrónico en diciembre de 2000. Son historias de regresiones, reencarnaciones y reencuentros: recuerdos de vidas pasadas que se entrelazan con el presente. Desde noviembre de 2001 se lo puede adquirir como POD (print on demand). En 2004 se reeditó de manera tradicional.
En octubre de 2002 apareció otro libro de cuentos, Paraíso perdido, compuesto mayormente por cuentos fantásticos, algunos inspirados en la historia actual. El leitmotiv es el tiempo, sus diferentes caras y manifestaciones. Se reeditó en 2004.
Los adultos también necesitan que les cuenten cuentos. No siempre tienen tiempo, ganas o vista para leerlos. Así nació la idea de los libros hablados con cuentos seleccionados. En el año 2004 aparecieron los primeros títulos de una serie de libros hablados, que consisten en un libro con el texto impreso y un CD con la obra leída por actores profesionales. Los títulos son Paraíso perdido y otros cuentos, Otra génesis, cuatro cuentos de amor, Jirones, viajes al pasado y al futuro, Perlas negras, cuentos eso-satíricos y Pobres de nosotros, historias de Buenos Aires. En 2005 se agrega Entre dos mundos. En 2007 aparece Nada más que deseo de cuentos eróticos, siete cuentos de la escritora colombiana Freda Mosquera y siete de María Radó.