Jacobo Pérez Valle es ingeniero constructor. Sus pasiones son su familia, la lectura, la música y el cine.
Poesía miscelánea, cuentos cortos, y un breve ensayo sobre el amor: la más ocurrente de las creaciones literarias de los últimos tiempos.
El material está dividido en cuatro partes: el primer autor es un político que quiso ser presidente; el segundo es el rey iniciador de la casa real mejicana; el tercero es un profesor iluminado que fundó el Instituto; y el cuarto es un yo colectivo: un grupo de jovenes desaforados que recuerdan su época creativa más radical y fecunda.
La necesidad humana de contar historias y de recrear la vida, de expresarse mediante la palabra, en verso o en prosa, persiste a través del tiempo.
El monstruo insaciable de la poesía levanta su cabeza como nunca antes y da coletazos de vitalidad, gracias a los avances tecnológicos y a la profusión del tiempo libre. Hoy en día, se escribe poesía no para ser dulcificada por la lira ni para conocer las aventuras de Eneas, sino para tocar el viviente jardín siquiera un día, y adorar a la diosa griega Minerva.