A Weber le toca vivir la Primera Guerra Mundial y la instalación en 1919 de la Convención Constituyente alemana, en Weimar, que aspiró integrar, sin suerte política. Su mujer, Marianne, sí fue constituyente como líder feminista. Marianne fue su fiel e infatigable compañera. Lo cuidó mientras estuvo internado en una clínica psiquiátrica, hasta que él logró superar su estado depresivo. Pero también fue la correctora de su libro Economía y Sociedad, publicado post mórtem, en 1920.
El recorrido del libro atraviesa determinados episodios vitales y se detiene en el examen de sus propuestas teóricas en relación con temas diversos como el comportamiento religioso, el quehacer político, la actividad económica, la música como motivadora estética de vida y el periodismo como instrumento ineludible para controlar los excesos, siempre posibles, de la vida política. En ese tráfago temático se instalan, necesariamente, los temas que han hecho de Weber el hombre más famoso de su tiempo.