Apasionado alegato contra la industrialización y el utilitarismo, propios de la Inglaterra victoriana.
Dickens retrató en esta novela la lucha de clases y el desarrollo de la sociedad industrial. Se ocupó de reflejar, especialmente, las repercusiones morales de estos procesos sobre el hombre, para contrastar el imperio de lo pragmático y lo productivo con el humanismo solidario.