Estos cuentos son una convocatoria a la comunidad imaginaria de abogados. En un mundo globalizado como el nuestro, es importante identificarse y encontrar una identidad. A veces, eso se puede hacer a través de la literatura; específicamente, a través del cuento.
El derecho es un cuento, un cuento que nos gusta oír y contar porque tiene una parte de realidad y otra de ficción. Realidad que se manifiesta en instituciones, leyes y procedimientos; ficción que se expresa en aspiraciones a la Justicia, a los derechos y a la igualdad, entre otros. Si el derecho es un cuento, permítasenos contarlo, presentarlo de modo sencillo, ameno, coloquial y sin academicismos. De todos modos, mañana podremos continuar revistiéndolo de formalidades, de sacralidad, de un lenguaje anticuado y enredado, como tanto nos gusta. ¿O no?