Un individuo repite la misma conducta que vivió en su niñez. Eso le obstruye la superación de adversidades, inhibe su conducta y afecta su personalidad.
Arturo descubre su vocación deportiva a muy temprana edad, pero crece en un ambiente hostil, producto de la infidelidad y la violencia intrafamiliar. Este hecho afecta su conducta, cierra su visión y bloquea para siempre toda actitud de superación personal, por lo que recibe un impacto tras otro y acumula tristeza, desesperación, odio y rencor. El círculo vicioso vuelve cuando la antigua víctima repite la historia familiar. La conducta violenta se repite inconscientemente.